El mundo que queremos después del Covid. ¿Ha aprendido algo la humanidad?

Después de todos estos meses, en los que por la situación generada por la pandemia no habíamos podido reunirnos, nos volvimos a encontrar el sábado 12 de septiembre, para dialogar sobre: El mundo que queremos después del Covid. ¿Ha aprendido algo la humanidad?

Nos juntamos en el jardín de casa de uno de los miembros del grupo para que el encuentro transcurriera con el máximo de medidas de seguridad: distancia física, mascarillas y al aire libre. Fue un momento entrañable, por el reencuentro y en un entorno precioso. Además debido a la proximidad con la casa de mi madre, ella pudo pasar un ratito a saludar, lo que le hizo una gran ilusión.

Os hacemos un breve resumen de los comentado, aunque como siempre no es sencillo y puede no reflejar todo lo hablado…

En  cuanto al mundo que queremos, sería el mismo que queríamos antes de la pandemia, si bien esta situación ha aumentado nuestra deseo de dar espacio a la naturaleza, devolver a los mayores un trato digno, aumentar la fraternidad con los vecinos, repartir la riqueza, aumentar la valoración social de los trabajos que están en la escala más baja y que han demostrado ser imprescindibles, respetar el tiempo para la familia, reducir la actividad y la movilidad para simplemente estar y ser.

No obstante, surgen dos sensibilidades encontradas en relación a si se conseguirá como humanidad avanzar en este sentido.

  • Por una parte, hay quien tiene el temor de que esta situación haya podido ser provocada o aprovechada por los poderes económicos para esclavizar más a la humanidad, empobreciéndola, reduciendo la población anciana no-productiva, generando una pérdida de derechos e incluso imponiendo el uso de la mascarilla como un símbolo de “boca cerrada”. También preocupa el hecho de que cómo el estado va a hacer frente a toda la situación económica.
  • Por otra, hay una visión optimista por todas las experiencias de solidaridad que se han generado y por una visión de que el problema lleva consigo la solución. En este sentido, las situaciones donde la transmisión de la enfermedad es mayor, son aspectos de nuestra sociedad que deben mejorar y que lo harán, aunque sólo sea para evitar los contagios. Por ejemplo, los temporeros que hace años que se conoce que viven en situaciones precarias y que ahora se deberán mejorar si se quiere evitar la propagación del virus. O las residencias montadas sólo con criterios de máximo beneficio, que tras la situación vivida y la repercusión mediática que ha tenido, deberán mejorar su atención aunque sólo sea por el futuro del negocio.

Y hasta aquí lo que dio de sí el encuentro.